"Mi padre impactó en el corazón y en la vida de miles de personas", dijo en la entrega de los premios Estrella de Mar.
“Mi papá no fue un hombre famoso, exitoso y adinerado, al menos no dentro de los parámetros que se acostumbran en este tipo de eventos o con esta variedad de artistas”. Así empezó Camila Yanícola la carta de agradecimiento al reconocimiento póstumo que tuvo su papá en la ceremonia de entrega de los premios Estrella de Mar.
La delegación local de Argentores se encargó de organizar la entrega del premio póstumo a Guillermo Yanícola, director, autor y actor marplatense fallecido en septiembre del año pasado.
Representante del teatro independiente, Yanícola tuvo una vida dedicada al teatro, recorrido que su hija Camila se encargó de destacar en medio de un auditorio formado en su mayoría por intérpretes nacionales. “Mi padre siempre hizo lo que quiso, de acuerdo a sus convicciones con lo cual era el éxito en sí mismo”, remarcó.
“Me voy a atrever a decir que mi padre impactó en el corazón y en la vida de miles de personas directa o indirectamente de una manera sutil casi imperceptible pero poderosa”, agregó y señaló que “se sentía realizado con incomodar al público con propuestas imposibles e incongruentes para el espectador tradicional”.
Lo definió como una persona que ejercía en “modo aprendiz constante” y dueño de una humildad a tope.
Explorador, murió mientras indagaba en el concepto de espacio y ponía en escena tres obras de sus siete “experiencias sobre el espacio”.
Su hija tomó el ímpetu independiente de su padre y le pidió a los presentes: “Vayan al teatro durante todo el año, visiten las salas pequeñas, vean a los artistas locales, busquen obras que los enojen, entristezcan, que los hagan reír y reflexionar, no se guíen por el valor de la entrada o en la sala en que se presentan. Exploren, interpelen el mensaje, vean más allá del vestuario y de la escenografía y les puedo asegurar que verán teatro”.
Despertó los aplausos de los presentes en el Paseo Aldrey, sobre todo de la comunidad artística marplatense que sintió el dolor por su pronta partida.